Publicada el: 04 diciembre 2020592 palabras3 min lectura

Pocas cosas buenas, empresarial y socialmente hablando, nos ha dejado este 2020.

Hemos tenido que decidir y cambiar aspectos de empresa de manera rápida y drástica, sin miedos. Hemos cambiado la manera de relacionarnos con clientes, amigos y familia.

Tal y como menciona Trewin Restorick, fundador y director ejecutivo de Hubbub UK,

“El mundo ha cambiado desde la llegada del COVID-19. Las agencias han de decidir qué partes tienen que irse y cuáles quedarse, y entonces acelerar las buenas”.

Una afirmación que yo haría extensible a toda la sociedad en general, pero el mundo sigue y nosotros tenemos que saber cambiar una situación que nos ha demostrado que todos somos muy vulnerables ante un hecho global.

Pero en este momento “es importante no olvidar ni esconder la importancia de otra crisis que hace mucho más tiempo que sufrimos: la del cambio climático” tal y como decía Antonio Guterres en el portal web de la ONU ara hace unos meses.

Queda demostrado que algunos gobiernos intentan hacer algo al respecto, sobre todo desde el acuerdo de París 2015.

Pero no es suficiente, la revolución la hacen las personas, la tenemos que hacer nosotros empezando desde abajo, desde la gente, desde las pequeñas y medianas empresas y es por eso que una de las cosas que tenemos que aprender es a valorar la sostenibilidad, no solo como una oportunidad de negocio, sino también como un reto personal; es decir, no utilizar la sostenibilidad únicamente como herramienta de venta, sino creer firmemente en ella.

Económicamente hablando, la mentalidad de los consumidores ha cambiado, y es un hecho que cada vez somos más los que hemos interiorizado el respeto del entorno.

Un estudio de GlobalwebIndex refleja que más del 57% de los consumidores escogerían una marca sostenible, a pesar de ser más cara, y en base a esto toman muchas decisiones, y exactamente así lo harán marcas y clientes.

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Cada vez más, los productos y servicios que utilizan materiales sostenibles tienen más peso entre los consumidores.

Fuente: Blog de Global Web Index

Encontrar el camino hacia la sostenibilidad

Por lo tanto, la producción basada en criterios de desarrollo sostenible será un factor clave para crear confianza en los consumidores y generar nuevas oportunidades de negocio, y solo lo conseguiremos acompañando a nuestros clientes y proveedores a realizar juntos este proceso hacia la sostenibilidad y poder cerrar así, el círculo entre partner, empresa y cliente.

Para ello será básico utilizar herramientas como la Responsabilidad Social Corporativa y es por este motivo que en SPM nos basamos en nuestra esencia de más de 50 años resumida en una recopilación de valores, que seguro nos han servido para superar este 2020, y que nos servirá para enfrentarnos a cualquier reto futuro.

  • Integridad. Coherencia entre lo que se dice y se hace.
  • Credibilidad. Fiabilidad de les expectativas puestas en la empresa.
  • Transparencia. Veracidad y accesibilidad en las estructuras comunicativas, tanto internas como externas.
  • Legalidad. Estricto cumplimiento de las leyes y disposiciones legales.
  • Sostenibilidad. Firme posición ante el mantenimiento y mejora del medio ambiente.
  • Responsabilidad social. Capacidad de respuesta ante las expectativas y demandas sociales y actuando bajo los principios de igualdad, cooperación y solidaridad.
  • Firmeza. Contra la injusticia y la discriminación.

Nos gusta transmitir a nuestros clientes la tranquilidad de saber que gestionaremos su producción con el mejor equipo de personas, preparados, experimentados y sensibles, y que procurarán obtener el mejor resultado.